En las casas de hoy en día, los espacios pequeños se han vuelto tan frecuentes que ya es imposible no pensar en crear estancias multifacéticas y bien optimizadas. Una de las técnicas más comunes es combinar un estudio con una habitación para invitados. Esta solución práctica es una de las más demandadas por nuestros clientes en Livitum.
Hoy te presentamos cuatro casos reales que te ayudarán a inspirar tus propios espacios en casa. Estas oficinas/habitaciones nos demuestran que crear entornos multifacéticos es una de las mejores maneras de aprovechar cada metro cuadrado y brindar un espacio cómodo a invitados improvisados que pueden llegar a casa.
Esta primera propuesta liderada por la diseñadora Maite Sousa nos muestra que es posible crear un espacio diseñado para el descanso, pero también para la productividad y la concentración.
Predominan tonos grises suaves, combinados con detalles en negro y madera clara. ¿El resultado? Una atmósfera de paz, perfecta para el enfoque y la creatividad. Las paredes, revestidas con paneles acústicos, añaden textura visual y ayudan a mantener la tranquilidad del espacio.
El escritorio negro con cajones y una silla ergonómica giratoria crean un rincón de trabajo cómodo y elegante. El almacenamiento está garantizado gracias a la estantería abierta de acero negro, baldas flotantes y dos sinfonieres de cuatro cajones en madera clara.
Para invitados imprevistos, se ha escogido un acogedor sofá cama gris de estilo acolchado y adornado con cojines variados. Finalmente, sellamos el conjunto con elementos decorativos como plantas pequeñas, cajas organizadoras y un cuadro abstracto que refuerzan la tranquilidad visual del estudio.
Esta segunda estancia, diseñada por Jael Puppo, es ideal para estudiar o trabajar de manera concentrada y descansar en absoluta tranquilidad. Todo gracias a los tonos claros, la madera clara y los detalles juveniles como el peluche y la cesta organizadora.
Se escogió un sofá cama en tono azul que durante el día invita a relajarse y que se convierte en cama para alojar a invitados por la noche. Una pequeña mesa de centro redonda funciona a la perfección como mesilla auxiliar, delimitando el espacio sobre una alfombra de diseño colorido.
Para las paredes optamos por papeles pintados de texturas acogedoras, perfectas para ofrecer esta sensación de “nido” que tanta tranquilidad transmite. Añadimos dos baldas flotantes y una estantería abierta en madera clara.
Por su parte, diseñamos una zona de trabajo compacta, pero funcional. Está compuesta por una mesa ligera y una silla tapizada en rosa palo, muy acorde con el resto de la estancia.
Este tercer estudio, diseñado por Maite Sousa, proporciona un entorno cálido tanto para descansar como para trabajar. Para acoger a invitados, tomar una siesta o simplemente conversar tranquilamente, escogimos un sofá cama de tres plazas en color perla. Lo complementamos con cojines verde oliva y una alfombra lavable de algodón. ¡Un rincón que invita a la relajación absoluta!
La pared está revestida con un panel acústico que ayuda a generar una atmósfera silenciosa y serena. Sobre él se instalaron estantes flotantes de madera y un colorido cuadro moderno que lleva alegría y vitalidad al lugar.
Para el área de trabajo elegimos un elegante escritorio con estructura de acero y madera de roble. Añadimos una silla ergonómica giratoria y un aparador de tres puertas en verde oliva que aporta almacenamiento adicional. Lámparas de diseño, cuadros y jarrones decorativos completan la propuesta final.
Por último, nos encontramos frente a un práctico estudio pensado para dos personas. Gracias a la luz natural que entra por la ventana, la distribución escogida y los muebles seleccionados, la diseñadora Maite Sousa ha conseguido un entorno ideal para un equipo de trabajo y también para el descanso.
En la zona de trabajo se dispusieron dos escritorios elevables con superficies de madera y estructuras metálicas negras. Acompañamos con dos cómodas sillas de oficina con reposacabezas.
La pared lateral, revestida con paneles acústicos, crea un ambiente de confort auditivo, algo imprescindible en espacios de trabajo compartidos. Una estantería alta de estructura metálica y madera clara proporciona almacenamiento abierto.
Para garantizar la comodidad en momentos de descanso o visitas inesperadas, se añadió un elegante sofá cama tapizado en chenilla blanco crudo. Cojines en tonos neutros y detalles mostaza aportan calidez, mientras que dos cuadros modernos en tonos vibrantes añaden personalidad y dinamismo a este estudio doble.