Una de las cosas que aporta mucho juego a una habitación infantil, y para lo que no se realiza mucho esfuerzo, es con el papel pintado. En el mercado hay infinidad de modelos que, además de decorar, agradarán a los niños y despertarán su imaginación. Ahí van algunos ejemplos.
Una habitación infantil nunca debe ser seria y sobria. Los niños necesitan alegría e inputs que les llamen la atención. Colores vivos y alegres. Pero, cuidado, sin saturar. Porque, si pintas su cuarto de un color muy chillón, puede provocar que el niño esté demasiado despierto y no consiga descansar ninguna noche.
Lo mejor es incorporar colores de forma sutil, como en este proyecto de Livitum, en el que se ha usado un bonito papel pintado de rayas de colores que aportan alegría de una forma muy elegante. Solo con él y unos cuantos detalles más de color son suficientes para identificar de un solo vistazo que se trata de una encantadora habitación infantil, alegre y colorida.
A veces, una habitación infantil no necesita mucho para ser un encanto. Unos simples muebles blancos, un par de baldas y un colgante, también en blanco, son suficientes para crear un espacio de ensueño para los niños. El truco, incorporar una pared con un papel pintado alegre que guste a los más pequeños y aporte color al espacio. Como en este proyecto, en el que un colorido papel pintado floral con simpáticos animalitos del bosque hará las delicias de los más pequeños y les hará soñar en sus cuentos preferidos.
No es necesario que el papel pintado elegido para la habitación de tus hijos sea propiamente infantil. Lleno de dibujitos y de motivos infantiles. En ocasiones, un papel pintado elegante y sutil puede encajar perfectamente en la habitación de los niños.
El papel pintado es un elemento más de la decoración de la habitación. No hace falta que estimule a los niños. Eso ya lo conseguirás con otros complementos. Además, estos papeles más serios son geniales para cuando tu pequeño crezca y entre en esa etapa adolescente en la que odiará los dibujos y colorines.
Desarrollar la imaginación y la creatividad desde bien pequeños es fundamental para su edad adulta. Y, en ocasiones, la decoración elegida para su cuarto puede resultar el inicio de una de sus aficiones. Quién sabe si el hecho de tener una habitación repleta de planetas no lo hagan ser astrónomo en un futuro o las nubes de su papel pintado le hagan querer volar y hacerse piloto.
Si eliges un papel pintado con una temática muy marcada, recuerda incorporar algún otro elemento que la sustente. Como una alfombra o algún otro objeto decorativo. Si no quieres satura mucho la temática o que el papel pintado no ocupe las cuatro paredes, puedes optar por incorporarlo en solo una de ellas o, como en este proyecto de Livitum de una habitación con dos camitas, añadirlo solo en la parte superior y pintar la parte baja de la pared a modo de arrimadero.
Otro buen uso del papel pintado en cualquier habitación, incluida una infantil, es aprovechar los colores de ese papel como base para incorporarlos a la decoración.
Fíjate en esta coqueta habitación infantil donde un papel pintado de arbolitos en tono ocre, verde y azul sirve de excusa perfecta para decorar la estancia con muebles de madera natural y elementos en verde y azul que ayudan a cohesionar la decoración.
Otra opción es empapelar las cuatro paredes de la habitación, pero en lugar de saturarla con un mismo papel estampado, combinarlo con otro papel liso, pero con textura.
Echa un vistazo a esta preciosa habitación de un bebé. Un bonito papel pintado floral con textura en tono verde y beige se ha combinado con otro papel en tono liso, creando un espacio relajado, sofisticado y alegre.
