El verano es la estación favorita de quienes adoramos hacer cambios. Es la temporada por excelencia para renovar ambientes y dejar fluir la creatividad en nuestros hogares. Con las temperaturas más altas nos animamos a cambiar colores, poner a punto la terraza, introducir estampados, plantas y flores en los interiores de la casa. Si estás pensando en darle una vuelta a tu casa, aquí tienes las claves que están marcando el interiorismo esta temporada.
Aunque nos encantan los colores vivos, este año la paleta cromática del verano busca tonalidades más serenas. Los matices naturales se imponen en colores y materiales: arcilla, lino, piedra, trigo, oliva… Tonos que recuerdan a la tierra seca y a la calma del bosque en pleno verano.
Por su parte, los neutros no desaparecen. Sin embargo, puedes combinar con acentos que tienen más cuerpo y personalidad, como el verde salvia, el granate y el naranja mandarina.
En esta nueva temporada de verano queremos añadir algo de sensaciones a nuestra decoración: buscamos texturas con protagonismo, ojalá de manufactura artesanal. Veremos un predominio de materiales como lino lavado, rafia, barro cocido, mármol con vetas y madera con nudos visibles.
El lujo silencioso sigue siendo una tendencia en auge, lo cual influye directamente en la elección de materiales y texturas para el interiorismo. Una cortina de lino, una lámpara de papel, un jarrón de cerámica irregular o un banco de madera recuperada bastan para cambiar por completo esa estancia de tu casa que quieres renovar.
Al igual que en la última temporada, el diseño biofílico sigue marcando la pauta en el interiorismo. Ante una vida tan agitada, buscamos llegar a casa y poder sentir una conexión real con la naturaleza. Las plantas en el interior, una terraza con arbustos y aromáticas o, simplemente, un jarrón decorativo con flores, pueden marcar la diferencia y subirnos el ánimo inmediatamente.
Los contrastes son clave en el diseño de interiores, más aún si queremos darle un toque veraniego a nuestras casas. En esta temporada te aconsejamos mezclar algunas texturas, estilos y colores, pero siempre con el equilibrio de por medio. Decimos adiós a los espacios ultraneutros: aprovecha la tendencia y dale un sello personal a ese salón o terraza que te está haciendo ojitos.
Prueba combinaciones como una mesa de madera antigua junto a una butaca en azul cielo de bordes modernos. Aprovecha y mezcla materiales como cristal, acero y mármol. Siempre en pro de la armonía: la idea es que los elementos se luzcan, no que compitan ni se opaquen entre ellos.
Lo vintage sigue muy presente, pero ahora con un giro más suave y chill. Regresan las curvas setenteras, los muebles tapizados en terciopelo suave, las lámparas tipo globo y los objetos de vidrio coloreado.
Un espejo redondo, una silla con estructura de tubo metálico o una mesa baja inspirada en los años 60 pueden funcionar como acento si el resto del espacio es más sobrio. La idea es jugar, no disfrazar la casa.
La frontera entre dentro y fuera se diluye, sobre todo si estamos cambiando la decoración de nuestras casas en verano. Se acabaron los tiempos en los que una silla y una mesita sosa y aburrida bastaban para decorar la terraza. Ahora buscamos que los espacios exteriores sean una prolongación natural del salón o del comedor.
¿Cómo se consigue? Apostando por textiles pensados para resistir al sol (pero bonitos), colocando plantas en diferentes alturas, utilizando alfombras de exterior, iluminación cálida y mobiliario cómodo.
Con estas seis tendencias y tu propio sello auténtico, ya tendrás una casa lista para recibir lo mejor del verano. Llegó el momento de sacar los mejores looks para las zonas de exterior, abrir bien las ventanas para que entre la luz natural y llenar tu casa de plantas coloridas.
