Aporta viveza al diseño, es el contraste perfecto o cohesiona toda la decoración. ¿No te lo crees? Echa un vistazo a estos 19 salones con acento de color y después decide cuál te ha gustado más. Seguro que es difícil decidirse.
1. En un salón nórdico con tonos neutros, beige y gris con detalles en madera en muebles y en unos elegantes listones de madera en una de las paredes, la decoración puede adquirir otro nivel gracias a la incorporación de varios cojines de tonos alegres, como el mostaza, el verde o el azul.
2. El color no tiene por qué incorporarse en detalles pequeños. En un salón comedor, los tonos de acento pueden venir de unas sillas tapizadas de un vibrante color.
3. Incluso si la decoración es prácticamente Total White, un simple toque de color a través de unas sillas tapizadas, pueden aportarle mucho carácter y personalidad a un salón elegante.
4. Y quien dice unas sillas tapizadas, dice un precioso sofá de un alegre verde. La sobriedad del resto de la decoración, de tonos neutros y madera, contrastará con ese elemento discordante, pero con mucha presencia, elevando el diseño.
5. Las obras de arte también son unas grandes aliadas a la hora de aportar un color de acento a un salón. La sobriedad de una decoración neutra se romperá gracias a los tonos vivos de un precioso lienzo.
6. Añadir un color más elevado a la pared y combinarlo con unas sillas tapizadas a juego, también puede ser una gran idea para dar color al salón.
7. Para un plus de color, sin saturar mucho el espacio, se pueden añadir cojines de diferentes colores y combinarlos con algunas láminas decorativas a tono.
8. ¿Y qué tal si se añade color a través de una bonita alfombra? El resultado es genial, ya que es un elemento muy efectivo y funcional, que además se puede cambiar fácilmente cuando las modas dicten otro tono.
9. Pintar una de las paredes con un color diferente al resto, también es una forma de aportar acento al salón. Si es de un tono empolvado, destácalo un poco añadiendo algún elemento en la decoración del mismo color, pero más intenso, como un plaid para el sofá.
10. De hecho, intensificar el tono de los colores predominantes de la habitación también es muy efectivo. Por ejemplo, a un salón de tonos grises y azules claros se le incorporan cojines, láminas decorativas o sillas de un azul y gris más oscuro.
11. Si tanto los muebles como los elementos decorativos del salón son de tonos claros, un buen contraste de acento es pintar en una de las paredes un tono mucho más oscuro.
12. Usar un mismo color o de la misma gama cromática, pero en diferentes intensidades, también resulta muy efectivo. Como un sofá gris verdoso a juego con una butaca de un verde más subido y rematado por unos cojines de verde muy intenso.
13. El color de acento no tiene por qué ser un color llamativo. En una decoración de tonos suaves, ese color también puede ser empolvado o pastel, presente en un sofá, por ejemplo.
14. Los tonos tierra son geniales para crear decoraciones con contrastes, ya que van del beige y el crema más claro a los marrones más oscuros o terracotas. Del beige de las paredes o el sofá a los marrones más oscuros de los cojines o el terracota de las sillas. Después se cohesiona toda la gama cromática con una alfombra estampada que contenga todos los tonos, consiguiendo un salón muy elegante.
15. Un salón Total White puede elevar su decoración añadiendo algunos cojines de color beige, algo más subido, o pintando una de las paredes de un color muy suave o empolvado.
16. A veces es tan fácil como incorporar una butaca, que te ha enamorado por su color, y combinarla con un cojín a juego, situado en otro lugar para cohesionar el diseño.
17. ¿Una decoración moderna y elegante? Es tan sencillo como incorporar como color de acento un tono frío que aporte sofisticación al diseño.
18. Unas sillas de un color llamativo como el mostaza, una obra de arte que contenga el mismo tono y algún cojín del sofá, et voilà, el salón sobrio se convierte en un salón de revista.
19. Hasta la decoración más sobria adquiere otro nivel, añadiéndole un color de acento. Solo se ha de encontrar un tono que sea coherente con el diseño. El azul es uno de los que nunca falla.