El dormitorio suele pintarse con tonos suaves y neutros, por aquello de crear un espacio que sea relajado. Tanta neutralidad puede provocar que la habitación sea muy anodina y fría. La solución pasa por añadir color a través de la ropa de cama y de los accesorios, como cojines o cuadros. Además es una de las mejores formas de poder seguir las tendencias sin tener que desembolsar mucho dinero cada cierto tiempo o pintando de nuevo todas las paredes. Tanto la ropa de cama como los accesorios son fácilmente reemplazables, por lo que si este año se llevan los estampados flores y el próximo los cuadros escoceses, puedes añadirlos y quitarlos cambiando tan solo esos elementos. Así de fácil.
Es una forma de aportar mucho color a tu dormitorio, y de paso, hacerlo más cálido y acogedor. Y si quieres darle un plus de elegancia, puedes jugar con las lámparas o los marcos de los cuadros o espejos, por ejemplo, para incorporar algún toque metálico que aporte un toque de sofisticación.
Otra forma de conseguir que tu dormitorio sea más cálido, a pesar de usar tonos neutros, es incorporando diferentes capas de textura. Tu dormitorio puede ser Total White, pero el uso de diferentes materiales te proporcionará esa sensación de confort y calidez que estás buscando.
Piensa en textiles suaves y combina esa manta tan mullidita con cojines con textura, como gamuza, algodón o piel sintética. Incorpora una bonita alfombra a tus pies, ya sea peluda o de fibras naturales y conseguirás que, a pesar de su ausencia de color, el espacio resulta elegante y acogedor.
La madera y las fibras naturales son los materiales más cálidos que puedes añadir a tu dormitorio. La forma más sencilla de añadir la madera es a través de los muebles o con otros elementos decorativos, como un bonito espejo o un práctico banco a los pies de la cama. Otra opción es añadir unos bonitos paneles de listones de madera en la pared de la cama, a modo de cabecero o para delimitar ciertas zonas.
Las fibras naturales son otra gran opción para conseguir ese ambiente cálido, acogedor y elegante que pretendes en tu dormitorio. Puedes incorporar algunas cestas donde guardar los cojines de la cama cuando te acuestas, añadir alguna alfombra de ese tipo de material o pensar en alguna lámpara colgante que le aportará un toque muy especial a la habitación.
Aunque no lo creas la iluminación es una de las piezas claves de la decoración, con la que puedes jugar y crear espacios muy diferentes, en función del tipo de luz y lámpara que utilices. Es aconsejable usar luz cálida para el dormitorio, ya que es la que más se asemeja a la luz natural y, por tanto, está más conectada con nuestro ciclo vital. Eso ayudará a relajarte más fácilmente.
Por otro lado, es importante pensar en diferentes puntos de luz. Uno general para iluminar la estancia, pero también otros puntos focales que iluminen independientemente cada rincón del espacio. Ya sea a través de lámparas de sobremesa en las mesillas de noche, algún aplique en la pared o incluso una lámpara de pie situada junto a un pequeño rincón de lectura que has querido crear en tu espacio privado.
Pero más allá de cualquier decoración que pueda resultar más o menos elegante, más o menos cálida, es importante que para que tu dormitorio sea acogedor y tu mejor refugio, te ha de representar, mostrar cómo eres , qué te gusta y cuáles son tus aficiones. Así que no olvides añadir algún toque personal a la decoración de tu dormitorio. Unos cuadros botánicos que denoten tu amor por la naturaleza, las fotos de tus viajes, un rincón para que duerma tu mascota o ese tocador, repleto de todo tu maquillaje, que demuestran lo coqueta que eres.
