Por mucho que seas amante de los sofás enormes o de las camas King Size, debes ser coherente y comprar muebles acordes a la medida de tu hogar. Que sean proporcionados.
Pero otro error es elegir muebles demasiado pequeños, que queden desangelados en las habitaciones. Todo debe estar proporcionado a las medidas de la estancia. De manera que no ocupen demasiado espacio de superficie, para conseguir un espacio mucho más fluido.
Ya sabes que los colores claros ayudan a ampliar los espacios y aportan mucha más luminosidad, lo que también ayuda a que cualquier habitación parezca más grande. Por el contrario, los tonos oscuros empequeñecen los espacios y absorben la luz. Así que evita pintar las paredes de tonos muy oscuros. Ello no quiere decir que no puedas tener alguna de las paredes de un tono más elevado, pero procura que, en conjunto, la estancia se vea clara y luminosa.
Del mismo modo, unos muebles de tonalidades muy oscuras crearán el mismo efecto que las paredes oscuras. Puedes incorporar muebles de maderas oscuras o incluso negros, pero siempre que el resto de la decoración sea luminosa y clara.
La luz es un gran amplificador de espacios. Por ello, siempre que puedas, es vital que aproveches al máximo la luz solar. Evitando colocar objetos delante de las ventanas o usando cortinas muy opacas.
Al caer la noche, no uses solo una lámpara para iluminar la habitación. Juega con diferentes puntos de luz.
Los espejos son unos grandes aliados de la decoración, precisamente porque ellos solitos son capaces de ampliar espacios y conseguir mucha más luminosidad. Así que no te cortes y coloca estratégicamente algún espejo en tu decoración.
Para evitar que tu casa se vea más pequeña de lo que es, es importante deshacerse de todo eso que ya no usas, para conseguir una decoración despejada. Un espacio atiborrado de objetos solo hará que el espacio parezca mucho más pequeño. Prioriza en tus decoraciones y opta por elementos decorativos únicos y singulares, mejor que un batiburrillo de cosas pequeñas, aunque ocupen el mismo espacio.
La circulación por tu hogar debe ser fluida. Eso de tener que ir sorteando obstáculos no ayuda a que tu casa se vea amplia y diáfana. Así que evita colocar muebles en las zonas de paso.
Por mucho que te gusten los estampados grandes, a la hora de elegir un papel pintado para una pared es mejor que sea liso, aunque tenga algo de textura, o con un estampado pequeño y suave. Los colores muy llamativos o los estampados muy grandes, por muy bonitos que sean, solo consiguen empequeñecer los espacios.
Despejar el suelo lo más que puedas es primordial para conseguir que una estancia se vea más amplia. Así que es una buena idea aprovechar el alto de las paredes para conseguir un extra de almacenaje a través de unas estanterías, unas baldas o unos muebles colgantes.
En decoración existe la regla de los tres colores, que dice que es bueno usar un tono para las superficies más grandes, otro para muebles y complementos, y un tercer color para acentos. Si en lugar de eso, tu decoración está repleta de colores, lo único que conseguirás es que el diseño se vea saturado, demasiado estridente y, por tanto, el espacio visualmente se encogerá.
En cualquier diseño es importante que haya un punto focal que se lleve todas las miradas. Si no lo tienes, es muy probable que la vista se vaya hacia demasiados lugares, enviando muchos mensajes al cerebro y consiguiendo que el espacio sea demasiado abrumador. En ocasiones, simplificar es la mejor de las opciones.
