No puedes hacer que los techos de tu casa sean más altos, pero sí que lo parezca. La manera de conseguirlo es atrayendo la mirada hacia arriba, apostando por añadir cosas que tiendan a la verticalidad en las paredes. Por ejemplo, con unos paneles de listones de madera verticales o apostando por cuadros de forma alargada.
Es otra cosa que tampoco puedes cambiar, pero sí hacer que parezcan mucho más grande de lo que son. Aquí, debes apostar por potenciar al máximo la entrada de luz natural, siempre que sea posible, o en su defecto, iluminar muy bien la habitación para conseguir que sea luminosa. Eso potenciará la idea de amplitud. Otra cosa importante es usar tonos claros, tanto en las paredes como en los otros elementos decorativos. Y por último, buscar piezas de mobiliario que no sean muy recargadas, sino simples y sencillas, que transmiten ligereza.
La mejor solución es optimizar el espacio del que dispones con soluciones de orden. Es decir, con cajas o cestas en las que puedas organizar perfectamente todos tus enseres y que queden bien guardados. En este caso es fundamental el orden, ya que si todo tiene su lugar, te resultará más fácil encontrarlo y despejarás de trastos tu hogar.
Cambiar el suelo de una casa es de las obras más engorrosas. Así que, mientras te decides a hacerlo, puedes optar por disimular su fealdad o sus desperfectos con unas bonitas alfombras. Además, con ello conseguirás un toque de calidez allá donde las pongas y te permitirá delimitar diferentes espacios.
A nadie le gusta vivir a oscuras. Por eso, si en tu casa hay poca entrada de luz natural debes potenciarla como puedas. Usando tonos claros en las paredes, para que pueda reflejarse, añadir espejos estratégicamente en toda la casa y, sobre todo, apostando por una luz artificial que ilumine y sustituya la falta de luz solar.
La idea es añadir una luz general que ilumine toda la estancia, pero también diferentes puntos de luz que se centren en aquellos rincones que quieres destacar o que tiene una función más específica.
Si no puedes cambiarlos, una buena solución es restaurarlos, dándoles una mano de pintura para modernizarlos y cambiando sus herrajes. A veces, solo con el cambio de sus viejos tiradores por otros más modernos es un cambio impresionante. Pruébalo.
Las casas cada vez tienden a ser más abiertas, pero a veces es necesario delimitar los espacios para que quede clara cada una de las zonas y su funcionalidad. La mejor forma de separar espacio sin levantar paredes es con los propios elementos decorativos. Por ejemplo, con alfombras, añadiendo muebles de forma estratégica o jugando con los elementos de la pared, ya sea la pintura, un papel pintado o unos bonitos listones de madera, que visualmente separen las zonas.
Una buena solución es cambiar el frente de los muebles, sin tener que desmontar toda la cocina. Solo cambiando las puertas por otras más modernas conseguirás darle un aire mucho más moderno a tu cocina. Y por mucho menos dinero, el cambio será radical.
La tecnología nos ayuda muchísimo en nuestro día a día, pero también ha inundado nuestro hogar de cables enchufados. Es horrible ver un batiburrillo de cables por todas partes. Así que la solución es esconderlos. En el mercado hay infinidad de gadgets para poder unirlos y que queden alineados. También puedes esconderlos tras los muebles o dentro de alguna caja escondida estratégicamente en una estantería.
Puedes conseguir que sea muy cálido, tan solo añadiendo unos cuantos textiles. Algunos cojines en el sofá, cortinas en las ventanas, algunas mantas para el frío y una bonita alfombra a los pies. Tejidos con cierta textura, que atraerán el confort.
Tendemos a guardar demasiadas cosas ‘por si acaso’, demasiados recuerdos o muchas cosas inútiles, que en algún momento de la vida nos han hecho gracias. Pero si quieres que tu casa no se vea saturada, con demasiadas cosas y hecha un caos, has de deshacerte de todo aquello que no necesitas y despejarla. Olvídate de los ‘por si acasos’, guarda tus recuerdos en cajas y deshazte de todo lo inútil. Tu casa te lo agradecerá.
Es una de las grandes preguntas de la decoración, ¿a qué altura cuelgo los cuadros? La respuesta es simple. A la altura de los ojos, para poder ser admirados correctamente. Esa altura es aproximadamente a 145 o 150 centímetros del suelo.
No es bueno que nuestro cerebro reciba demasiadas estimulaciones a nivel visual. Ello nos produce caos mental y una sensación muy desagradable. Nos referimos a demasiados colores o muchos estampados. Una buena decoración debe aplicar la teoría del color que dice que es bueno usar tres colores. Uno principal, uno secundario y un tercero que se use para los acentos.
Hay que tener cuidado con aquellas cosas que, aunque muy bonitas, son poco funcionales. Un hogar debe estar plagado de funcionalidad. Es una de las claves para su buen y correcto funcionamiento.
Siempre has de añadir un toque personal a tu hogar. Tú vives allí y tu casa ha de reflejar cómo eres, qué te gusta, cómo te sientes…No lo olvides.