Además, una de nuestras satisfacciones es contemplar cómo se transforman los espacios gracias a la decoración. Como en este proyecto de uno de nuestros clientes. Tenía un salón comedor anticuado que necesitaba con urgencia una renovación. El cambio ha sido espectacular. Y todo gracias a nuestra diseñadora Alba Espuny, que ha convertido ese espacio anticuado, con muchos colores, sin estilo y con mucho ruido visual, en un salón estiloso, limpio y acogedor.
Se trataba de un salón comedor en el que los colores chillones poblaban la decoración. Un color verde pistacho presidía toda la estancia. Lo que hacía que el espacio se viera oscuro y un tanto lúgubre, a pesar de la estridencia de las paredes. Ello, unido a unos muebles un poco anticuados y a un sofá de otra época, convertía a este salón en un espacio que no invitaba al relax y al confort.
La estancia compartía el espacio del salón con el del comedor. Pero este último estaba relegado a un pequeño rincón en el que había una mesa pegada a la pared, con insuficiente espacio para meter las sillas.
Elementos un tanto desfasados como una lámpara de cristal en el techo, una alfombra demasiado estampada en el suelo y un mueble de una época muy ochentera, hacían que el espacio pidiese a gritos una renovación.
La diseñadora Alba Espuny se puso manos a la obra y el resultado es un salón comedor de estilo nórdico, de líneas limpias y sencillas, que ha convertido este espacio en un lugar acogedor y muy atractivo.
La paleta de colores elegida es suave y neutra, que aporta mucha más luminosidad, con tonos grises, blancos y detalles en madera, que brindan mucha calidez.
Para maximizar el espacio se ha optado por muebles de líneas limpias y sencillas que dan fluidez a la estancia. Se ha escogido un mueble muy moderno, repleto de estanterías, que siempre aportan mucho almacenaje, con toques en blanco que le confieren un aire más moderno.
En la parte del salón se ha cambiado el viejo sofá por otro más moderno en forma de L para aprovechar al máximo la zona de asientos. Un bonito sofá en tono beige con patas de madera, que combina con un par de mesas circulares de madera y metal situadas frente a él. Para delimitar esta zona se ha añadido una alfombra, que a diferencia de la otra existente, tiene un estampado muy sutil en tono grisáceo, para cohesionarse con el resto de la decoración. En esta zona también se ha añadido una original lámpara de pie de pantalla en madera natural y alguna cesta de fibras naturales donde guardar los cojines, las revistas o las mantas del sofá.
Lo único que se ha mantenido igual que en el salón original son un par de baldas de madera situadas sobre el sofá, perfectas para incorporar algún objeto más personal.
La zona del comedor también ha sufrido un gran cambio. La posición de la mesa se ha invertido y se ha colocado de manera que ahora permite sentarse a cuatro o más personas. Una bonita mesa de madera de tono claro, que se ha combinado con unas modernas sillas en color blanco, también con las patas de madera.
Para rematar esta zona del comedor y añadir un poco de almacenaje se ha incorporado un pequeño sinfonier con cajones, situándose en un pequeño rincón que quedaba entre la pared y la puerta de entrada a la estancia.
Un espejo de ventana se ha colocado sobre la mesa del comedor para ayudar a reflejar la luz que entra por las ventanas y maximizar la claridad, y también para decorar este espacio.
Un par de cuadros y una bonita planta acaban de conformar el diseño de este salón comedor que ha pasado de lúgubre y anticuado a luminoso y estiloso, tras pasar por las manos de la diseñadora de Livitum. ¿Te crees ahora lo que podemos hacer por ti?