Como ha hecho uno de nuestros clientes: Tenía un salón comedor de 29 m² que, a pesar de ser muy luminoso por la entrada de luz natural gracias a un par de balcones y por el uso de tonos claros en paredes y algunos muebles, se había quedado un tanto anticuado. Era un espacio con el suelo claro, las paredes blancas e incluso un sofá del mismo tono que, aunque contaba con los muebles de madera, no resultaba muy cálido. Otro de los problemas eran los muebles de líneas muy clásicas y anclados en los 80-90, de un color miel que hace tiempo ha dejado de estar de moda.
La idea era modernizarlo y actualizarlo, así que el cliente contactó con Livitum y la diseñadora Laura Álvarez se puso manos a la obra. La idea era preservar la esencia del salón comedor, incluida su chimenea, que era el punto focal de la estancia, pero hacerla más acogedora, estilosa y actualizada.
El resultado es un salón comedor que, manteniendo la misma distribución anterior, ha adquirido nuevos tintes, convirtiéndose en un espacio moderno, alegre y sofisticado.
Para lograrlo, Laura ha incorporado detalles y muebles con mucho carácter que lo hacen único. En la zona del salón se ha colocado un original sofá de tono claro frente a la chimenea, con un par de puff que lo convierten en un sofá con chaise longue, acompañado de una mesa de centro de madera maciza de roble, que le aporta carácter y color al espacio.
Frente al sofá y junto a la chimenea, se ha optado por un sencillo mueble de TV en blanco con el sobre de madera, del mismo tono que la mesa de centro. La zona se ha delimitado con una alfombra del mismo tono claro que el sofá.
Para conseguir que el espacio se vea más grande, y de paso se amplifique la luminosidad de la estancia, en la pared lateral se han colgado un par de espejos de ventana cuadrados con el marco en negro, que le aportan un toque de carácter a esta zona marcada por los colores neutros y claros.
Aquí también se ha creado una pequeña zona de lectura con una cómoda butaca, que combina tapicería clara con madera, acompañada de una lámpara de pie y una pequeña estantería, situada sobre el radiador, donde depositar la lectura.
Pero sin duda, la estrella decorativa de esta zona es un espectacular colgante de fibras naturales de un metro de diámetro, que se lleva todas las miradas y es muy útil para iluminar el espacio.
En la zona del comedor es donde Laura Álvarez ha querido ser más creativa y aportar un toque divertido. La elección de los muebles sigue siendo neutra, con una vitrina en blanco y una mesa rectangular con las patas en blanco y el sobre de madera claro, pero la mirada se la llevan, sin duda, unas elegantes, a la par que divertidas, sillas de diferentes colores, que aportan el contrapunto perfecto a la decoración. Unos tonos vibrantes, mostaza y aguamarina, que también aparecen en los cojines del sofá, para cohesionar todo el diseño.
Para rematar esta zona de comedor se ha elegido una elegante lámpara en dorado y cristal que eleva la sofisticación del espacio, así como un original mueble botellero de chapa de fresno, que le da un toque muy original al comedor.
Para decorar las paredes, la diseñadora de Livitum ha optado por varias láminas de tonos blanco y negro que, al igual que ocurre con los espejos de ventana del salón, aportan mucho carácter al diseño.
Remata la decoración, una pequeña consola con el frente alistonado, situada junto a otra butaca igual a la de la zona de lectura, que permite cohesionar y conjuntar tanto la zona del salón como la del comedor.