La paleta de colores que uses le dará a tu salón un aire más cálido o más frío. Colores como el beige, el marrón, el gris o el terracota pueden conseguir darle a un espacio un aspecto mucho más acogedor. Pero no hace falta que los incorpores en las paredes. Si no quieres andar pintado puedes incorporarlo en accesorios y textiles, para conseguir toques más cálidos.
La calidez también puedes conseguirla a través de los textiles. No olvides vestir las ventanas con cortinas, añadir algunos cojines al sofá e incluir alguna manta o plaid. Eso sí, busca tejidos suaves y agradables que inviten al confort, como lanas, algodones o terciopelos.
Esos pequeños complementos pueden hacer que una estancia fría se convierta en una de lo más acogedora. De aquellas que te pide a gritos pasar una tarde frente al televisor viendo tu serie preferida o de largas noches de charlas animadas con amigos.
Las alfombras son imprescindibles para convertir tu frío salón en un espacio cálido. No solo por el calor que aportan a tus pies, sino por la sensación que tramiten. Además, son unas grandes aliadas de la decoración, ya que con ellas puedes delimitar espacios y la elección de sus colores puede ayudar a cohesionar todo el diseño, si los combinas adecuadamente con los cojines y el tono del sofá.
Son otro imprescindible para crear decoraciones cálidas y acogedoras: las plantas. Nos traen la naturaleza al interior y eso siempre nos hace bien, pero además decoran como pocos elementos cualquier espacio y aportan mucho color.
Siempre quedan bien en cualquier salón y son casi de obligada presencia para llenar el hueco que queda entre el sofá y la ventana, ¿verdad?
Al igual que las plantas, la presencia de materiales naturales también aporta un plus de calidez a cualquier espacio. La madera es casi un imprescindible. Algo que puedes incorporar fácilmente a través de los muebles o con listones de madera decorativos en la pared.
Otra cosa que puede ayudar a dar calidez a un salón es aportar cierta textura a las paredes. En lugar de dejarlas lisas y desnudas, puedes añadir algunas molduras con las que crear algunos patrones decorativos interesantes. Además son de fácil instalación y con poco, conseguirás grandes resultados.
Y por supuesto, mostrar cómo es tu personalidad a través de objetos personales, que debes estar en tu decoración sí o sí. Un hogar debe ser el reflejo de las personas que lo habitan, así que no te cortes en añadir aquello que te guste, que muestre tu talento o tus aficiones.
Otra de las cosas que convierten tu salón en un lugar acogedor del que no querrás salir es su olor. Una fragancia cálida y acogedora proyectará la misma sensación en el espacio. Así que no te olvides perfumar tu salón con un aroma agradable. Puedes hacerlo con bonitas velas perfumadas, rociando ambientador de vez en cuando o añadiendo preciosas flores frescas cada día.
Una casa llena de libros denota que allí hay grandes lectores a los que les gustan las grandes historias. ¿Puede haber algo más acogedor que una librería repleta de libros? La respuesta es no. Y no solo una estantería, también puedes incorporarlos sobre la mesa de centro a modo de objeto decorativo, sobre la mesita auxiliar y, por supuesto, en un rinconcito de lectura que has creado en tu nuevo salón para hacerlo más acogedor.
No todo vale a la hora de iluminar el salón. Puedes tener un espacio muy acogedor, pero si erras con la iluminación todo se irá al traste. Has de apostar por lámparas y bombillas que den luz cálida, para conseguir el ambiente adecuado. Lo mejor es usar varios puntos de luz. Uno general y otros tantos para los diferentes espacios que conviven en el salón.