Ten mucho cuidado a la hora de elegir el color de las paredes de tu salón estrecho. Evita los tonos más oscuros. Lo único que conseguirás es que el espacio parezca todavía más pequeño de lo que es. Has de procurar elegir tonos claros que aporten luminosidad, que hagan que el salón no se vea tan estrecho.
Siempre puedes incorporar algún color más oscuro en una de las paredes para crear un poco de contraste y que esa pared se lleve todas las miradas. Sin embargo, en el caso de los salones estrechos deben tener cuidado en qué pared elegir. De otra forma, puedes conseguir un efecto óptico no deseado, que haga que la estancia parezca más estrecha todavía de lo que es.
En el caso de salones estrechos, el truco está en elegir el tono oscuro para las paredes más cortas. De manera que visualmente, la distancia entre esas paredes parecerá acortarse y el espacio parecerá más cuadrado. Otra opción es apostar por pintura o papel pintado de rayas horizontales, para dar mayor sensación de amplitud. Aplicando, eso sí, esas rayas en las paredes más cortas. Nunca en las más largas, porque de esa forma, solo conseguiríamos que la habitación pareciera mucho más larga de lo que es y, por tanto, más estrecha.
En el diseño de cualquier salón has de tener en cuenta que, pongas los muebles que pongas, el espacio debe fluir. Debes poder moverte con facilidad por toda la habitación sin encontrarte con objetos de por medio que te hagan pasar de lado. En un salón estrecho, esta consideración debe ser todavía más estudiada.
Así que procura evitar los muebles muy grandes o muy ornamentados que lo único que hacen es ocupar un mayor espacio. Lo mejor es elegir muebles de líneas simples y sencillas, y a poder ser, que no sean muy profundos, para conseguir esos centímetros de más que necesitas.
Aquello de necesitar un gran mueble para incorporar el televisor ha pasado a la historia, ya que ahora los televisores ocupan muy poco espacio de profundidad. La mejor solución en un espacio estrecho es evitar esos grandes muebles y apostar por colgar la tele en la pared. De esta forma despejarás el espacio y la anchura se ampliará.
Si tienes la opción, incluso puedes sustituir el televisor por un proyector, que todavía ocupa menos espacio y lo puedes enrollar cuando no lo usas.
Una de las piezas más importantes del salón es el sofá, así que ten cuidado con el modelo que elijas, si tu salón es muy estrecho. Un sofá con rinconera, con chaise longue o en forma de L es lo peor que puedes poner en una estancia estrecha. La mejor opción es un sofá que se coloque a lo largo de la pared más larga. Queremos que el espacio fluya, por lo que es mejor evitar muebles que sobresalgan. No creas que por ello tienes que renunciar a la comodidad. Puedes elegir un sofá con reposapiés reclinables que realizará la misma función que un chaise longue.
Siguiendo los consejos anteriores, también debes tener cuidado al elegir la mesa de centro. Al igual que hemos elegido un sofá alargado, la mesa de centro debe estar a conjunto, evitando las mesas cuadradas que ocupan mucho más espacio de ancho. Lo ideal es una mesa rectangular, una mesa circular, que permite el paso más fácilmente a su alrededor, u optar por varias mesas de centro de diferentes tamaños, que faciliten el poder moverse y ser versátiles, según la ocasión.
"El menos es más" es una máxima de la decoración. Y más en el caso de espacios reducidos. Así que procura no tener objetos o muebles que son innecesarios, que no sean funcionales o que impidan el correcto paso en tu salón. Quédate con lo imprescindible. Tu salón estrecho te lo agradecerá.