Y la mejor forma de hacerlo es con los materiales naturales, principalmente la madera. Esta debe estar en buena parte de la decoración. Pero tampoco hay que pasarse. Esa decoración de cabaña de alta montaña, aunque rústica, no resulta moderna. Y aunque, sabemos que te gusta el estilo rústico, posiblemente también quieres un hogar moderno y contemporáneo.
Una buena forma de incorporar madera en tu salón es en el suelo y, por supuesto, en los techos. Aprovecha las vigas de madera o añádelas. Si no quieres que se vea demasiada madera, pinta los espacios entre vigas en blanco, para suavizar el techo. Te aseguramos que se llevará todas las miradas.
Los muebles, por supuesto, es casi imprescindible que sean de madera. No hace falta que los muebles sean pesados y ornamentados. Para un rústico más moderno es bueno combinar diseños más modernos, de líneas sencillas, con algún detalle más rudo, como una mesa de centro de madera sin tratar, por ejemplo.
No olvides añadir otros elementos de materiales naturales, como cestas de mimbre, algún colgante de yute o algún puff de ratán. Son detalles que marcan la diferencia y dan a tu salón un plus de estilo.
Al estilo rústico le gustan los ambientes cálidos, confortables y acogedores. La mejor forma de conseguirlo es a través de los tejidos. Unos tejidos que, por supuesto, deben ser naturales, como el lino, el algodón y la lana. De colores cálidos y terrosos, o con estampados florales o de cuadros. Esos tejidos que te dicen a gritos que son suaves, mulliditos y acogedores.
Añade muchos cojines al sofá, para hacerlo más cómodo. No olvides añadir algún plaid o manta para las noches más frías. Incorpora una alfombra, a poder ser de pelo largo para un plus de calidez. Y cuelga cortinas, de colores similares a los de la decoración.
El truco para conseguir un rústico moderno es usar un sofá de color claro y añadir color a través de los tejidos. De los cojines, de las mantas…. E incluso con el tapizado estampado de una butaca colocada junto al sofá. También puedes elegir un sofá de líneas modernas y combinarlo con una alfombra antigua. Un tándem perfecto.
El tercer elemento que debes tener en cuenta para decorar un salón de estilo rústico es la elección de colores. A este estilo le gusta la naturaleza y, por tanto, aquellos colores que la recuerden. Los tonos tierras en todas su intensidades, desde el crema al terracota, son bienvenidos. Colores suaves que aportan calma y tranquilidad, sin renunciar a la calidez.
Usa un tono crema para las paredes y sube de intensidad en el color del sofá, y aún más en otros complementos, como cojines, cuadros o alfombras. Conseguirás un salón rústico moderno y cálido a partes iguales.
También puedes destacar una de las paredes de un color más intenso, como el terracota, para que sea el centro de atención del salón.
O si lo prefieres añadir alguna pincelada de color. Eso sí, piensa siempre en colores que estén relacionados con la naturaleza, como el amarillo del sol, el verde del bosque o el azul del mar. En sus tonalidades más suaves te ayudarán a crear un ambiente sosegado y relajado. Mientras que en sus tonalidades más oscuras aportarán un toque diferenciador y elegante, que convertirán a tu salón en ese espacio confortable y acogedor que quieres conseguir.
Aplicando estos tres simples trucos conseguirás el salón de tus sueños. Ese que te hará tener la naturaleza cerca, aunque estés en la ciudad. Un espacio cálido que invita a relajarse o a pasarse horas y horas entre amigos con largas conversaciones.