Hay muchos factores a tener en cuenta para conseguir ese entorno de trabajo óptico que se busca. Intervienen factores como la ergonomía, la seguridad, la limpieza o el orden. Pero también hay otras cosas como el diseño del espacio, su funcionalidad e incluso los tonos elegidos para su decoración.

La ergonomía es fundamental para garantizar la salud de los empleados, usando mobiliario adecuado a las condiciones físicas y necesidades de cada persona. Sillas cómodas, mesas a la altura adecuada, reposapiés para descansar, etc… son cruciales para no adquirir malas posturas y sentirse cómodo en el lugar de trabajo.

La limpieza y el orden son prioritarios, ya que facilitan el buen fluir de cualquier espacio y ayuda a ser más organizados y, por tanto, más productivos. Como imprescindible es tener una buena seguridad en el entorno del trabajo para proteger la salud y el bienestar de la plantilla.
También es importante tener en cuenta el trabajo a desempeñar y organizar el espacio en función de las necesidades de cada empresa. Ya sean espacios abiertos, en los que los empleados están todos en una misma sala para facilitar su comunicación, o espacios más privados para menesteres más precisos. Sea como sea, lo importante es que el espacio de trabajo sea funcional y flexible, adaptándose a las necesidades de cada momento y de cada empresa.

Y el diseño del entorno de trabajo también es una pieza clave. Ya no se trata de algo estético, que también ayuda a que uno se sienta más a gusto en entornos bonitos y agradables, sino también a nivel productivo. Los estímulos visuales del diseño pueden ser clave para el desempeño del trabajo. Así, el uso de un determinado color u otro para decorar una oficina intervendrá en las sensaciones y emociones de sus trabajadores. Los colores más cálidos y llamativos son geniales para lugares en los que la creatividad es necesaria o en los que la energía es muy útil, mientras que los tonos más fríos son esenciales para espacios en los que la concentración y la calma son prioritarios.

Otro aspecto a tener en cuenta es la creación de espacios de descanso en los que los trabajadores puedan hacer un break. Un pequeño rincón en el que sentirse cómodo para hacer una pequeña pausa antes de retomar el trabajo. Y esos pequeños espacios es importante que sean oasis de desconexión, con mobiliario cómodo y útil a sus necesidades.

Importante también es la potenciación de la luz natural siempre que sea posible. No hay mejor terapia para la salud, incluso en el trabajo, que la luz del sol. Así que es importante no impedir su entrada y optar por espacios con grandes ventanales donde crear la zona de trabajo. Al igual que cuidar mucho la acústica, evitando ruidos innecesarios que pueden impedir la concentración.

Como también es importante la presencia de plantas. Ese contacto con la naturaleza también ayuda a crear ambientes de trabajo más saludables y, por ende, más productivos. Ya sea con la incorporación de plantas aquí o allí, como añadiendo elementos fabricados con materiales naturales, como la madera o las fibras naturales, que de paso, aportarán calidez a cualquier entorno.
