Lo principal es tener los elementos necesarios para llevarlo a cabo. Es decir, un buen colchón, unas mejores sábanas, un nórdico mullidito, algún plaid y muchos cojines y almohadas, que vayan acorde a la decoración del dormitorio.
Siempre conseguirás una mayor sensación de confort con sábanas de algodón. El algodón egipcio es de lo mejor. Todo un sinónimo de lujo que suelen utilizar los hoteles por su alta calidad. Va en función del número de hilos que componen el tejido. Cuanto mayor número de hilos, mejor calidad.
Un truco importante a tener en cuenta para que tu cama sea perfecta es planchar las sábanas. De esta forma, eliminamos las arrugas que pueden molestar tu descanso. Sabemos que es algo engorroso de hacer, sin embargo, tiene su recompensa.
Contrariamente a lo que se piensa, las bajeras es mejor que sean sin elásticos. Es verdad, que éstas son mucho más cómodas de colocar. Sin embargo, si haces la cama adecuadamente, una sábana normal con bastante sobrante te permitirá tensarla mejor y dejarla perfecta.
¿Cómo conseguirlo? Fácil. Te contamos el truco que utilizan los hoteles y hospitales. El llamado Hospital Corner. Una forma determinada de doblar las sábanas en la esquina de la cama, que permite que la ropa de cama quede prácticamente inamovible tras la noche. Es como utilizar las sábanas como si de un papel de regalo se tratara y aplicar los mismos pasos que haces al doblar las esquinas del regalo.
Lo primero que debes hacer es meter la sábana bajo el colchón en los pies de la cama. Con la tela sobrante de las esquinas, dóblala hacia dentro con una mano en un ángulo de unos 45 grados. Después deja caer otra vez la tela sobrante, de manera que te quede alineada con el colchón y ténsala debajo de éste. Haz lo mismo en las dos esquinas y tu bajera quedará inamovible.
Para la sábana encimera, lo correcto es dejar un sobrante de unos 50 centímetros para luego poder doblarlo en la parte superior. Para ajustarla al colchón debes utilizar la misma técnica explicada del Hospital Corner.
Después solo debes colocar encima la nórdica o la colcha, según la temporada. Éstas deben llegar justo al suelo, sin que arrastren ni queden demasiado cortas. Tras lo cual, puedes decorarlas con algún plaid o manta, que colocarás a los pies de la cama extendido de extremo a extremo, doblado o dejado de forma casual. Eso dependerá de tu estilo.
Todos los tejidos mencionados, a excepción del plaid o la manta decorativa, deben estar tensados, para que no quede ninguna arruga y la cama dé sensación de impoluta y perfecta.
Otro factor importante son las almohadas y cojines. Debes escoger una almohada con la que te sientas cómodo y a gusto. Una mala elección puede perjudicar tu sueño y no descansar como te mereces.
Si te gusta leer en la cama, los cuadrantes son una buena opción. Lo mejor es situarlos detrás el todo, después colocar las almohadas y frente a ellas algún cojín decorativo. Tantos como quieras, aunque lo ideal es que el número total sea impar. Eso sí, el estampado y el color de los cojines y almohadas debe estar conjuntado, para que no provoques mucho ruido decorativo. La mejor opción es elegir los del fondo en tonos lisos y neutros y dejar los estampados y colores más llamativos para los cojines más pequeños, que situarás al frente.
Para rematar esta cama perfecta, puedes vaporizar un poco de fragancia para almohadas cada noche. Seguro que eso te permite dormir como los ángeles y tener sueños bonitos.