Visto así, deberíamos prestar más atención a cómo lo decoramos. Dale una vuelta, piensa en qué uso le das -o quieres darle- a este espacio y busca el equilibrio entre la funcionalidad y la estética. Te dejamos aquí abajo 5 ideas para decorar el recibidor que sí cumplen con esa premisa. ¿Nos cuentas las tuyas?
La iluminación juega un papel determinante como generador de emociones en casa y, en el mundo del diseño interior, se considera esencial a la hora de crear atmósferas que produzcan sensación de bienestar. Siendo así, es muy importante que prestes atención a cómo es la luz del espacio que te recibe al llegar a casa. Buscamos que sea cálida, indirecta y envolvente, y esto se consigue recurriendo a la iluminación puntual y dirigida. ¿Ponemos ejemplos? Un aplique que bañe la pared de luz, una lámpara de pie (de ambiente, no de lectura) o una lámpara de sobremesa colocada sobre una consola, un banquito o directamente en el suelo.
Un último consejo: si el recibidor está completamente a oscuras durante el día porque no llega la luz solar hasta él, deja siempre una velita encendida. Es un recurso sencillo y económico con el que crear un ambiente acogedor: te encantará encontrarla encendida al llegar a casa.
¿Sabías que en muchos países se dejan los zapatos a la entrada de casa? Se hace, fundamentalmente, para mantener la vivienda limpia y sana. Coloca una descalzadora, un banquito o una silla de aspecto ligero y deja los zapatos a la entrada: evitarás que los patógenos acumulados en las suelas se distribuyan por todas las estancias. Además, al estar el suelo limpio, podrás caminar descalza por casa, lo cual es saludable para la espalda, fortalece los músculos del pie, mejora la circulación sanguínea, potencia nuestro sentido del equilibro y ¡es un verdadero placer!
Lo siento pero no nos vamos a cansar de repetirlo: todo lo que tengas en casa debe estar ahí por alguna razón (emocional o de uso). Una buena estrategia para sentirte bien nada más llegar a casa es encontrarte con algo que te saque una sonrisa. Por eso es importante que en el recibidor también haya algún objeto personal que tenga un significado especial para ti. No necesariamente tiene que ser un recuerdo -aunque también valen fotografías o souvenirs de tus viajes-, puede ser un objeto deco que te parezca especialmente bonito: una consola recuperada y restaurada por ti, una lámpara que te enamoró y no pudiste resistirte a comprar… Todo aquello que te haga sentir bien al verlo ¡es un buen candidato a ocupar tu recibidor!
¿No te encanta entrar y que huela a limpio? ¿O a flores? ¿O al incienso que compraste hace unos días y que huele, literalmente, a (tu) hogar? Un estudio realizado en el año 2011 sobre la relación entre el olfato y nuestras emociones afirmaba que, en el ámbito de la vivienda, el olor es clave para definir la personalidad de quienes las habitan y que la mayoría de las personas es lo primero a lo que prestan atención al entrar en una casa. Por tanto, asegúrate de que ese aroma inconfundible de tu casa esté presente en el recibidor: puedes recurrir a un difusor, un ambientador de varillas o textil si tienes cortinas o cojines.
Introduce un rinconcito verde para potenciar la sensación de entrar en un lugar saludable en el que puedes desconectar y sentirte bien. No es necesario que sea una planta XXL, aunque si tienes espacio, son una fantástica opción. Bastará con colocar un cestito de mimbre y llenarlo de flores secas o colocar algunas plantitas aromáticas.
Si no tienes nada de luz, puedes recurrir a plantas y flores artificiales: las hay de látex, de tela o de plástico reciclado y, en ocasiones, son tan tan realistas que se hace difícil darse cuenta de que se trata de plantas artificiales.
