En el salón, lo ideal es que introduzcas varios asientos y que juegues a combinar piezas con más volúmen (un sofá con líneas curvas y asientos muy mullidos) con otros de líneas más rectas para no sobrecargar el espacio. Presta especial atención al tapizado: los de terciopelo u otros tejidos suaves te ayudarán a potenciar la sensación de confort.
¿Sabías que las camas sobre patas y con colchones altos generan visualmente una mayor sensación de confort? Si vas a darle una vuelta a tu dormitorio, hazte con una cama que cuente con una buena altura y vístela siempre con un nórdico o un edredón: su volúmen te ayudará a reforzar esa sensación de comodidad.
Hazlo también en la época de calor vistiendo la cama con un edredón de verano y no únicamente con una colcha.
Los cojines no son solo uno de los elementos deco más vistosos (y casi imprescindibles), sino que visten las camas, sofás y sillones dándoles un plus de comodidad. Opta por modelos muy mulliditos y con fundas en tejidos agradables al tacto, como el algodón, el terciopelo o la lana. Colócalos también en el suelo: situados en la pared opuesta al sofá te ayudarán a delimitar visualmente el espacio y a reforzar la sensación de volúmen que buscamos en esta zona.
Son resistentes, transpirables, hipoalergénicos y muy muy bonitos. Los textiles fabricados con tejidos orgánicos como el algodón 100%, el lino, la lana o el cáñamo son la mejor elección para alfombras y cortinas. Además, su aspecto imperfecto -como sucede con las motas negras del algodón o los nudos del lino- potencian su carácter natural y la sensación de calidez. ¡Por cierto! En una casa cozy, las mantas son un must: coloca una de pelito largo en el brazo del sofá, a los pies de la cama o en un cesto de mimbre junto a la butaca por si tienes frío mientras lees. Recuerda: cada cosa en su lugar y muy a mano.
Evita al máximo el ruido visual: una casa ordenada y despejada genera sensación de comodidad. Es importante que encuentres un método con el que mantener el orden que sea sostenible en el tiempo. Para ello, quédate con lo necesario y no sobrecargues los espacios: no olvides que todo lo que tienes en casa debe tener un valor para ti.
Los expertos aseguran que la luz natural proporciona vitalidad y nos ayuda a combatir el estrés y el malestar emocional. Aprovecharla al máximo -tamizándola cuando sea excesiva- y regula la artificial para que resulte suficiente y nos ayude a crear las condiciones adecuadas para las actividades que necesitamos realizar en casa.
La luz de las velas te ayuda a crear una atmósfera íntima. Puedes combinarlas en distintos tamaños, colocarlas con o sin portavelas y distribuirlas por toda la estancia: puedes colocarlas sobre las mesas auxiliares junto a otros elementos deco formando pequeños bodegones. También quedarán muy bien colocadas directamente en el suelo, tocando los zócalos, por ejemplo.
Sí, es cierto, la mayoría de las viviendas no están preparadas para instalar una chimenea tradicional. Sin embargo, hoy en el mercado existe una enorme variedad de chimeneas eléctricas que no requiere instalación: solo tienes que enchufarla. Las hay de superficie para colgarlas directamente a la pared, empotrables o con patas para colocarlas en el suelo. Conseguirás el calor visual que aporta una chimenea tradicional ¡pero sin malos humos!
La tendencia es mostrarla sin tratar, sin barnices, dejando a la vista los nudos y vetas. Si en tu salón hay techos, vigas, o ventanas de madera oscura y te da la sensación de que empequeñece visualmente el espacio, también puedes darle una fina capa de pintura blanca pero sin pulir la superficie: mantendrás el efecto de “no tratado” y conseguirás una sensación de mayor amplitud.
Los olores también inciden directamente en nuestro estado de ánimo, por lo que es importante prestar atención a los aromas que desprende nuestra casa. Trata de asegurarte de que no hay nada que genere malos olores, ventila a diario durante algunos minutos y escoge una fragancia calmante o estimulante en función de la actividad que realices en cada estancia de la casa. En las zonas pensadas para relajarse o descansar, los más adecuados son los aromas de lavanda, sándalo o azahar.