Color Block: cómo aplicarlo en la decoración de tu casa

Te invitamos a un viaje por la historia de la moda. Es el año 1965 y el diseñador Yves Saint Laurent presenta su nueva colección de otoño-invierno en París. Uno de sus vestidos, inspirado en la obra Composición en rojo, amarillo, azul y negro del pintor holandés Piet Mondrian, causa sensación. Se trata de un vestido de cóctel recto, de cuello redondo y sin mangas en el que el modisto utiliza las costuras para dibujar unas gruesas líneas negras y crear formas geométricas que, luego, llena de colores vibrantes como el amarillo, el rojo, el azul y el blanco: había nacido el Color Block.
Publicado por Margarida Muñoz · 18 de enero de 2023
Color Block: cómo aplicarlo en la decoración de tu casa

Mondrian y Yves Saint Laurent demostraron que el uso de colores discordantes combinados con líneas geométricas puras, generan un efecto visual muy atractivo. En decoración, esto se traduce en espacios en los que los colores planos son la principal herramienta con la que crear ambientes rebosantes de energía positiva y en la que las formas simples, rectas y depuradas son capaces de transmitir esa sensación de orden y equilibrio que tanto necesitamos cuando estamos en casa.

Vestido de Yves Saint Laurent inspirado en Mondrian. Foto: Pinterest 

Para empezar, establece los bloques. ¡Tienes múltiples opciones!

  • Definir una pared como un bloque completo. Si lo haces así, todo en esa pared deberá ser de un mismo color, incluyendo las cosas que estén colgadas o apoyadas sobre ella: un radiador, un objeto decorativo, e ¡incluso el sofá! Puedes definir las paredes contiguas como un mismo bloque -y por tanto, pintarlas del mismo color- o como bloques distintos: si ambas son del mismo color conseguirás un efecto de espacio diáfano que te ayudará a ampliar visualmente la estancia.

  • Usar los bloques para zonificar las estancias. Esto es muy útil en aquellas estancias en las que se realizan actividades distintas en un mismo espacio. El ejemplo más claro es el salón-comedor, pero también puedes aplicarlo al resto de la casa: en el baño, por ejemplo, puedes establecer como bloques diferenciados la zona de ducha de la de tocador o, en el dormitorio, distinguir el área de descanso de la de vestidor.

  • Dibujar formas geométricas. Lo más habitual es aplicar el Color Block en las paredes dibujando en ellas formas geométricas puras (cuadrados, óvalos, líneas en zigzag…), pero también es posible utilizarlo para destacar los suelos: puedes hacerlo colocando lamas de parquet de diferentes tonalidades alternándose entre sí o piezas de gres de colores distintos formando franjas de color.

  • Destacar elementos arquitectónicos especiales. Presta atención a la arquitectura de tu casa, ¿hay algún elemento que merezca ser el protagonista?  Un nicho en la pared, unas puertas altísimas, un techo con molduras y un rosetón central…  estos detalles dan personalidad a tu casa, ¡aprovéchalos y crea un bloque con ellos!

Escoge los colores: planos y sin estampados

Una vez establecidos los bloques, ¡llénalos de color!  En este estilo se usan colores vivos, sólidos saturados y lisos: no se utilizan ni las degradaciones de color ni los estampados. Escoge tu color preferido y utilízalo junto a su complementario, es decir, con aquel que se encuentre en la posición diametralmente opuesta en el círculo cromático. Algunas combinaciones posibles serían el azul y el naranja, el amarillo y el violeta o el verde y el rosa.

 Si te gusta la idea pero no te atreves con los colores muy saturados, puedes utilizar tonos pastel: azul cielo y gris, turquesa y pistacho, rosa empolvado y blanco…  Mantendrás el “efecto bloque”, pero el ambiente se verá más relajado.

 Para destacar la zona en que utilices el Color Block, rodéala de neutros: de esta forma evitarás que el ambiente se vea excesivo y mantendrás la sensación de orden y equilibrio que buscamos.

Juega con las texturas

Al trabajar con colores planos, quizás tengas la sensación de que el ambiente es frío pese a estar lleno de color. Para evitarlo, recurre al uso de distintos materiales y juega con las texturas. En el salón, por ejemplo, busca el contraste entre la pared lisa en la que se apoya el sofá y todos los textiles: el tapizado o el multiusos sobre el sofá, la alfombra, los cojines…  

También puedes hacerlo así en el baño, por ejemplo, haciendo visible la diferencia entre la textura de los revestimientos de suelo y paredes, la madera del mueble lavamanos y los textiles (toallas, alfombra, cortina…). El efecto final será de un espacio vitalista en el que, visualmente, está todo el orden.

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