Te acompañamos en este ilusionante proyecto enseñándote 5 habitaciones infantiles en las que estamos totalmente seguras que encontrarás inspiración y, ¿por qué no?, alguna idea chula para copiar. ¡Mira, mira!
Su dormitorio debe ser, ante todo, un espacio en el que tu peque se sienta abrigado y seguro. Las camitas tipo cabaña son ideales porque ofrecen un espacio envolvente y de recogimiento. Fíjate en la preciosa camita de este proyecto: tiene forma de casita, por lo que cuenta con una estructura que te permite cubrirla con un dosel para crear un espacio de mayor intimidad. Además, cuenta con una semi-barandilla en la zona del cabezal para aportar un plus de seguridad a la cama y un cajón tipo nido bajo el colchón. Este tipo de mueble -inspirado en el método Montessori- además de ser muy muy bonito, te ayuda a crear para ellos un verdadero refugio en el que estar cómodos y tranquilos.
Dibujar, pintar, escribir sus primeras palabras, construir… es muy importante que en el cuarto del peque crees un rincón en el que pueda dar rienda suelta a su creatividad. No necesitas mucho espacio, ¡prometido! Bastará con que, como en el proyecto que te mostramos aquí arriba, coloques una mesita que siempre esté libre y un pequeño espacio de almacenaje junto a ella en donde guardar libros, libretas, colores, juegos… Coloca una alfombra para enmarcar esta área, diferenciarla del espacio de descanso y dejar el suelo libre para que pueda moverse libremente.
Según los expertos, es durante la infancia que se proyectan los rasgos distintivos de nuestra personalidad y, de entre ellos, nuestra predisposición al orden o al caos. Para incentivar las habilidades de organización, es muy interesante que el espacio pensado para nuestros hijos esté bien distribuido y visualmente ordenado. Para conseguirlo, el primer paso imprescindible es zonificar, estableciendo áreas diferenciadas para cada actividad.
Fíjate en cómo se ha hecho en esta habitación de planta rectangular: cuenta con un armario empotrado, por lo que se ha dejado un espacio libre frente a él para facilitar el acceso a la ropa y poder vestirse cómodamente. Sobre las paredes largas se han colocado las zona de dormir y de estudio enfrentadas y, entre ellas, se ha colocado una súper alfombra redonda con la que conseguimos tres cosas: establecer el límite entre las dos zonas, crear un espacio vacío central que aligera visualmente el espacio y crear dinamismo al introducir una forma circular en un espacio en el que prevalecen los ángulos rectos.
¿Tienen que compartir una habitación pequeña? Pues ahí va la buena noticia: puedes huir de la tradicional litera. Fíjate en cómo se ha resuelto la falta de espacio en este proyecto: se ha colocado una camita alta y lacada en blanco sobre una pared decorada con un papel pintado en tonos neutros. Luego, en la parte baja, se ha introducido una segunda cama individual. Se trata de un modelo en madera natural a la que se ha añadido un bonito cabecero tapizado en gris. El espacio restante se ha utilizado para colocar una estantería de pared y un puf que hace las veces de asiento extra y de superficie de apoyo a la vez. El resultado es un espacio más dinámico, acogedor y con mucho estilo.
En este dormitorio se ha aprovechado toda una pared para crear una zona de estudio con todo lo necesario. El escritorio se ha colocado junto a la ventana para aprovechar al máximo la luz natural. Junto a él se ha colocado una preciosa librería en blanco y madera en la que caben perfectamente libros, libretas y demás material. Además, se han añadido dos baldas sobre la mesa para que todo tenga su lugar.
La pared del fondo se ha decorado con un divertido papel pintado con el fondo blanco y detalles en tonos pastel. Recurrir a este truco deco no solo te ayudará a zonificar y diferenciar la zona de trabajo del dormitorio, sino que los colores claros favorecerán su concentración cuando se ponga a estudiar.
