Trini contactó con Livitum porque quería decorar su salón. Todo un reto, ya que se trataba de un espacio de 30 m², muy estrecho y alargado, que debía ser funcional, acogedor y visualmente equilibrado. Pero que, con un mal diseño, podía convertirse en un espacio en forma de tubo que se debía evitar sí o sí.
En el espacio debía convivir un salón y una estilosa cocina abierta con una impresionante isla central. Entre las características del salón destacaba una moderna chimenea que se debía conservar. Además, Trini puso como premisas que quería un espacio con tonos neutros y con un estilo atemporal.
La encargada del diseño ha sido nuestra diseñadora Jael Puppo, quien aplicó diferentes tips para evitar ese efecto tubo que sobrevolaba sobre el proyecto. Uno de ellos fue elegir una paleta de colores muy neutros como base, para luego ir incorporando color a través de los complementos y accesorios. De esta forma se minimiza el tan odiado efecto tubo.
Para la pared se eligió un tono beige muy claro, mientras que el sofá y un par de butacas son de color gris claro. Para conseguir un toque de calidez, se optó por incorporar un aparador de forma redondeada y alistonado de madera, que junto a un par de alfombras de yute, convirtieron a esta zona de descanso en un espacio muy acogedor.
El color se incorporó a través de varias plantas y de otros detalles, como los cuadros situados en la pared del sofá, un plaid, unos jarrones decorativos o una original lámpara de pie de metal con pantalla en un verde oscuro.
Otro truco para evitar el tan temido efecto tubo fue crear un punto focal al que dirigir todas las miradas. Esa elección fue relativamente sencilla, ya que el espacio contaba con una agradable chimenea moderna que se debía potenciar. Para hacerla todavía más atrayente, frente a ella se ha creado un rincón muy especial con dos butacas, una mesa de centro en negro y un original reposapiés de fibra natural. Para decorar la pared de la chimenea se incorporaron un par de baldas de madera que, además de llamar la atención hacia ellas, aportan un plus de almacenaje.
El tercer tip para conseguir que el salón de Trini no pareciera un tubo fue eligiendo muebles que fueran ligeros visualmente, preferentemente con patas altas y finas con las que conseguir un espacio mucho más fluido. Muebles como el sofá, el aparador o las mesas de centro, cuyas patas hacen que los muebles no se vean muy pesados y sobrecargados.
El resultado es un salón con mucho encanto y estilo, en el que el efecto tubo no se aprecia. Jugando con las formas, los colores y los muebles se ha conseguido que su estrechez no sea un problema. Convirtiendo este salón con cocina abierta en un lugar muy agradable y moderno del que Trini y su familia no querrán salir.
Para cohesionar la decoración del salón con la cocina abierta se han incorporado también algunos elementos que unen el conjunto. Como unos listones de madera situados estratégicamente de manera que, además de separar ambos ambientes, se conjuntan con el mueble alistonado del salón. Los colores de los cuadros elegidos para decorar las paredes en ambas zonas también tienen la misma tonalidad cromática, mientras que los colgantes de metal situados sobre la isla de la cocina conjunta perfectamente con la lámpara de pie del salón o las mesas de centro. Todos ellos de metal.
¿No te encanta el resultado? Si tú también tienes una estancia complicada que quieres decorar, pero no sabes ni por dónde empezar, no te preocupes, en Livitum nos encantan los retos. Haznos tu propuesta. Ya verás cómo te encanta el resultado.
