Trece metros cuadrados son más que suficientes para diseñar un bonito dormitorio. En ellos, la luz, los tonos cálidos y acogedores y la elección de materiales de calidad son clave para un resultado exitoso. En esta ocasión, no solo ofrecimos una propuesta, sino que creamos dos dormitorios para un mismo cliente que buscaba un dormitorio diseñado para el descanso y la serenidad.
En este duelo estilístico te proponemos dos enfoques complementarios para una misma estancia: el primero se apoya en una paleta de tierras suaves, texturas naturales, fibras vegetales y madera clara. Para el segundo, elegimos un verde pastel muy agradable, detalles en madera clara y toques florales que consiguieron un ambiente romántico y fresco.
Revisa bien cada una de las dos opciones para que elijas tu favorito. ¡Toma nota de tus ideas preferidas y ponlas en práctica en tu hogar!
En esta primera propuesta, priorizamos el uso de fibras naturales a lo largo de toda la habitación. Destaca el fantástico cabecero con listones de madera que aporta solidez y comodidad detrás de la cama.
A los costados, lucen dos mesitas de noche con frentes enrejados. Una de ellas fue decorada con un jarrón de color gris y la otra con una elegante lámpara de base cerámica. Para el suelo, optamos por una alfombra tejida de fibras naturales en color arena.
En la pared principal, resalta el fantástico papel pintado en un suave color beige. Las líneas alargadas en color blanco le dan un toque elegante que dialoga con los listones del cabecero.
Adornamos la pared con dos cuadros de toques botánicos y sumamos una lámpara de techo de fibras naturales. Complementamos con una cómoda blanca de varios cajones, una planta decorativa de alta estatura y un espejo redondo enmarcado en madera.
Para aprovechar al máximo el espacio y ganar almacenamiento, instalamos un amplio armario de madera natural. Junto a la cómoda, hacen de este dormitorio una habitación con alta capacidad de almacenaje. Así, conseguimos crear un dormitorio práctico, muy cálido y bien distribuido para el uso diario.
En esta segunda propuesta, predominan los tonos pastel en la ropa de cama y, sobre todo, en el papel pintado de la pared principal. Este punto focal destaca por el uso de un verde pastel claro con diseño de delicadas flores. ¿El resultado? Un dormitorio coqueto y sereno, perfecto para un descanso reparador. Es la opción ideal si te gustan las habitaciones con toques botánicos y texturas delicadas.
La cama fue decorada con una serie de cojines estampados en tonos suaves, además de una colcha en blanco marfil. En el suelo, instalamos una alfombra de fibras naturales que dialoga con la lámpara del techo, también de materiales vegetales. A los lados de la cama, colocamos dos mesitas de noche y añadimos una preciosa butaca de madera natural con asiento tejido. Este elemento ofrece un espacio de descanso temporal y acentúa el aire coqueto del dormitorio. Complementamos con un práctico espejo redondo de marco amaderado en la pared lateral.
Como puedes ver, en un mismo dormitorio de 13 m² se pueden probar muchas combinaciones. Cuando la paleta de colores está bien escogida y procuramos llevar luz a través de texturas y materiales, el espacio rinde mucho más. Por eso, es fundamental usar maderas ligeras, tejidos suaves para la cama y acentos en tonos claros. Para detalles decorativos elige elementos delicados como la butaca de madera o el papel pintado de rayas casi imperceptibles.
La primera versión en tonos tierra encaja perfecto si buscas calidez y continuidad visual, pero la propuesta en verde pastel resulta ideal para quien prefiere un aire romántico, luminoso y delicado. ¿Con cuál de estas dos opciones te quedas tú? Para elegir e inspirar la decoración de tu propia habitación, imagínate durmiendo en una de estas dos: colores, materiales y muebles deben hacerte sentir bien y en total relajación. ¡Una estrategia que no falla!