8 pequeños escritorios funcionales y con mucho encanto

Norma número 1 de los proyectos deco: ¡nunca renunciamos a aquello que necesitamos tener en casa! El objetivo es que tu casa sea funcional y que siempre dispongas de un espacio, por pequeño que sea, para cualquier actividad que necesites realizar. Y eso, por supuesto, incluye también un rincón de trabajo en casa. Si los metros son un problema, es importante que, antes de hacerte con tu nueva mesa de trabajo, tengas en cuenta las siguientes premisas.
Publicado por Margarida Muñoz · 12 de diciembre de 2022
8 pequeños escritorios funcionales y con mucho encanto
  • Escoge una zona de la casa que no esté muy transitada durante las horas de trabajo: te ayudará a concentrarte y a evitar distracciones.

  • Puedes aprovechar casi cualquier rincón, pero es preferible que evites el dormitorio: lo ideal es no mezclar la zona de trabajo con aquella dedicada a tu descanso.

  • Siempre que sea posible, coloca el escritorio cerca de una fuente de luz natural.

  • Delimita visualmente el espacio de trabajo en relación al resto de usos de la estancia: puedes utilizar estanterías, alfombras o incluso plantas de gran tamaño para conseguirlo.  Hacerlo te ayudará a que el cerebro asocie ese rincón con el trabajo y te permitirá mantenerte enfocada en tus tareas.

  • La medida mínima para una mesa de trabajo funcional es de 90 cm de ancho x 50 de profundidad.  

De que encuentres inspiración, nos ocupamos nosotras.  Echa un vistazo a la siguiente propuesta: te mostramos 8 escritorios pequeños, funcionales y colocados en diferentes ubicaciones de la casa.  ¿Cuál va a ser el tuyo?

En una zona de paso

Las zonas de paso -como el distribuidor, el pasillo o el recibidor-, también pueden convertirse en un rincón de trabajo si son lo suficientemente amplias. Asegúrate de que, durante las horas que dedicas al trabajo, no hay mucho tránsito y que podrás sentarte tranquila y enfocarte en las tareas que tienes para el día.

Lo ideal, en este caso, es que coloques la mesa pegada a la pared para favorecer la concentración.  Coloca sobre el escritorio una estantería de aspecto ligero o un par de baldas que te permitan delimitar visualmente el espacio de trabajo y tener un lugar en el que colocar los útiles básicos que necesitas.  Procura que tanto el mobiliario como el equipamiento que escojas sigan la estética del espacio para que no genere un contraste demasiado fuerte.

Este diseño es un estudio rústico situado en recibidor. Foto: Livitum 

Aprovechando al máximo cualquier rincón

Presta atención a la arquitectura de tu casa: ¿existe algún rincón que puedas aprovechar? Fíjate, por ejemplo, en los huecos bajo las escaleras o en los espacios vacíos que crean los fondos de los armarios empotrados.  De nuevo, coloca el escritorio mirando a la pared y coloca algunas baldas.  Es importante despejar la mesa de trabajo y mantenerla ordenada cuando está ubicada en un espacio común, por lo que una buena idea es optar por un escritorio con cajones bajo el sobre y, si tienes espacio, una mini estantería tipo escalera:  es un mueble bonito, práctico y visualmente muy ligero.

Este escritorio es de estilo moderno y nórdico, y se encuentra en el salón. Foto: Livitum 

Mimetizado con el entorno

Una buena idea para minimizar el impacto visual de tu zona de trabajo en un área común es buscar un escritorio que imite los materiales constructivos de tu casa. Por ejemplo, si tus ventanas son de aluminio negro y vas a ubicar el escritorio frente a una de ellas, hazte con uno de formas simples con estructura en acero del mismo color. Súmale una silla estilo Bauhaus con reposabrazos, asiento y respaldo en cannage (rejilla) para que sea más ligera y un taburete Tolix que, además de ser un asiento extra, te servirá como punto de apoyo. El resultado es un look industrial cálido pero muy liviano que cede todo el protagonismo a las vistas de la ciudad.

¿No tienes espacio para un escritorio? Pues inspírate en este diseño. Se trata de un equeño escritorio nórdico integrado en un recibidor. Foto: Livitum 

Con una estantería de obra

Si hay pilares en una estancia, ¡estás de enhorabuena! Aprovéchalos para construir una librería de pladur a medida que llegue hasta el techo: ganarás un gran espacio de almacenaje de estética neutra y conseguirás integrar los pilares en el diseño de tu home office. Debajo, ubica la mesa de trabajo: puedes utilizar un diseño actual en cobre, dándole todo el protagonismo. Coloca una silla tapizada para aportar calidez al ambiente.

En este caso se trata de un studio rústico y vintage con pared de piedra. Foto: Livitum 

Look total white

Si el rincón del que dispones para colocar tu despacho es pequeñito, ¡recurre al blanco! Aún escogiendo un modelo con cajones bajo el sobre, será visualmente ligero.  Coloca al lado una estantería metálica -son resistentes y no pesan visualmente- y una silla también en blanco.  Tendrás todo lo que necesitas, podrás trabajar cómodamente y el conjunto se verá muy ligero y fresco.

Se trata de un moderno y pequeño escritorio con muebles blancos y la pared pintada de color turquesa. Foto: Livitum 

Sobrio, elegante y ¡de plena tendencia!

¿Eres de las que siguen las tendencias? Únete a los seguidores del estilo bold y hazte con un escritorio con las esquinas redondeadas. Los muebles con curvas ayudan a crear espacios serenos, favorecen la circulación por la estancia y, además, hacen que parezcan visualmente más largos.  Opta por un modelo en color -verde botella o azul petróleo- para hacer de él el protagonista de la sala, súmale una silla de estética vintage y dos librerías gemelas en acero y madera: conseguirás un ambiente sobrio y elegante ¡del que no querrás salir!

Este estudio es un escritorio industrial pero tiene un encanto vintage. Foto: Livitum 

Encanto retro

Una mesa con estructura metálica y sobre de madera frente a un espejo para ganar amplitud visual.  Una silla técnica con ruedas, asiento tapizado en piel y respaldo de madera.  Un sillón de lectura icónico.  Todo en tonos terrosos y manteniendo la coherencia en los materiales. Conseguirás un rincón de trabajo de inspiración industrial con el encanto que desprende el mobiliario retro.  Estarás comodísima y tendrás un despacho rebosante de buen gusto.

El cuero y el metal son los protagonistas de este estudio industrial. Foto: Livitum 

Romanticismo puro

Dale un toque romántico al despacho utilizando una mesa que combine blanco y madera y que tenga cajones en el frente para ganar un poquito de almacenaje. Súmale una silla de estilo escandinavo en un color pastel empolvado e ilumina. Si no dispones de suficiente espacio como para colocar una lamparita sobre la mesa, hazte con algún diseño icónico de pie que refuerce la estética delicada del ambiente. Las versiones de la lámpara HL99 con la estructura en oro y diversos focos en forma de globo son perfectas por su ligereza y porque generan una luz homogénea que te resultará muy cómoda. 

Para los más jóvenes de la casa, este escritorio es una maravilla. Se trata de una zona de estudio es de estilo nórdico y vintage. Foto: Livitum 
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