Un sofá tapizado en cuero, una cajonera lacada de aspecto envejecido, el frontal y la encimera de la cocina marmoleada o la grifería del baño: el color negro tiene la capacidad de elevar la categoría de los materiales y darles un toque de exclusividad. Recurrir a materiales en negro va a permite crear ambientes sofisticados, con mucha fuerza y personalidad.
El negro es sexy: úsalo en los espacios más íntimos de tu casa reservándolo para introducir elementos de acento en algunas estancias. Por ejemplo, puedes colocar un cabecero de hierro forjado en negro en el dormitorio, un súper espejo de cuerpo entero con el marco metálico en negro en el vestidor o colocar una mampara con perfilería negra en el cuarto de baño.
Dicen que el negro combina con todo. Sin embargo, hay algunos colores con los que se lleva especialmente bien: turquesa, verde agua, albaricoque o rosa empolvado. Los tonos claros matizan la presencia del negro introduciendo un toque dulce que te permite crear ambientes coquetos y delicados sin renunciar al toque de distinción que aporta el negro.
A pequeñas dosis es la manera más sencilla de introducir un color con tanta presencia como el negro de forma discreta, sin generar distorsiones y, lo que quizás es más importante, ¡sin posibilidad de error! Déjalo entrar en los detalles deco: los cubre-maceteros de las plantas de interior del salón, un súper perchero clásico en el recibidor, las barras de las cortinas, los herrajes de puertas y ventanas… Son pequeños detalles con que otorgan un plus de elegancia a las estancias y que no van a generar ningún conflicto deco.
Las lámparas negras han sido y siguen siendo tendencia. Más allá de ser una cuestión estrictamente de estilo, las luminarias negras crean un fuerte contraste con la claridad de la luz que potencia la sensación de estar en un espacio bien iluminado. Las lámparas metálicas en negro son válidas para cualquier estilo y se han convertido en un elemento neutro: puedes colocar una lámpara de lectura a un lado del sofá, un par de colgantes sobre la barra de la cocina o un aplique de pared en el recibidor. Sea cual sea tu opción, asegúrate de que el interior de la pantalla no sea negra para generar un contraste más bonito.
¿Y si te decimos que el negro es un color antiestrés? Los espacios oscuros, bien trabajados, invitan a la retrospección, al recogimiento y al descanso. El motivo es que las estancias decoradas íntegramente en negro -en las paredes, el mobiliario, las luminarias e incluso en los textiles- se convierten en espacios en los que se elimina por completo el ruido visual y que, como consecuencia, invitan a la desconexión y el descanso. Sorprendida, ¿verdad? Si te encantan los looks total black, atrévete a usarlos sin miedo en el salón o en el dormitorio.