Al igual que todos los dormitorios, la habitación de matrimonio debería ser un espacio tranquilo, cómodo y relajante. Sin embargo, en esta estancia en específico, es donde mayormente debería predominar un ambiente armónico y agradable. Para conseguirlo, te compartimos algunas ideas súper sencillas de aplicar que te ayudarán a renovar el dormitorio principal de tu casa. ¡Saca boli y libreta para que no te dejes nada!
Si hay un elemento que no debe faltar en un dormitorio, son los textiles. Los tejidos de la cama, los muebles, las alfombras y cortinas, son de los accesorios con mayor impacto visual y sensorial en una habitación. ¡Y mejor aún si son textiles de origen natural!
Prueba vistiendo la cama con tejidos naturales como lino, algodón o lana merina: brindan una suavidad irresistible y mucha calidez visual. Las mantas gruesas, alfombras de fibras naturales y cortinas livianas en tonos cálidos, como beige o terracota, también son ideales. Eso sí, puede que necesites hacer algunos retoques con la llegada del verano. Frente a las altas temperaturas, sigue priorizando el uso de textiles, pero esta vez telas más ligeras y en tonalidades suaves.
Olvídate de las luces frías, azuladas y brillantes. En una habitación de matrimonio la iluminación debe incitar al descanso y la relajación. Por eso, intentaremos siempre utilizar bombillas cálidas y pantallas tejidas, de papel o de metales pintados en tonos cálidos.
Como siempre, te aconsejamos colocar varios puntos de luz: dos lámparas de sobremesa o lámparas colgantes, algunos apliques, una lámpara de techo y, si el espacio disponible lo permite, una bonita lámpara de pie. Finalmente, puedes complementar con guirnaldas de luz tenue y velas aromáticas para crear un ambiente todavía más sensorial y acogedor.
El papel pintado siempre es un buen recurso si queremos quebrar la monotonía de una habitación. Puedes probar con estampados suaves y elegantes en colores empolvados, geométricos sutiles o botánicos delicados. Otra opción que está muy en tendencia es el papel pintado de apariencia textil: ideal para potenciar esta idea de habitación acogedora y texturizada.
Colocar una composición de cuadros sobre el cabecero o en una pared lateral es un must si quieres una habitación personalizada. Lo ideal es mezclar formatos y estilos manteniendo cierta coherencia cromática o temática. Puedes combinar obras gráficas con fotografías en blanco y negro, ilustraciones delicadas o láminas abstractas.
Para lograr una composición armoniosa, respeta los márgenes entre piezas y alinéalas con algún eje visual. Como resultado, crearás un efecto impactante que tendrá el sello personal de quienes duermen en la habitación.
En quinto lugar, no podemos dejar de mencionar las molduras decorativas. Colocarlas es una forma elegante de enriquecer la arquitectura interior sin necesidad de hacer grandes obras. De hecho, hoy en día es muy fácil encontrar molduras adhesivas en el mercado.
Las molduras pintadas en el mismo tono que las paredes crean relieve y profundidad de forma sutil. Puedes enmarcar la pared del cabecero o aplicarlas en todo el perímetro superior, como una cornisa. Así conseguirás un aire clásico y elegante, perfecto si quieres contrastar con piezas modernas o vanguardistas.
Por último, te recomendamos unirte a la última tendencia en decoración y mobiliario interior: las formas curvas y orgánicas en accesorios y muebles. De esta manera, conseguirás suavizar la rigidez típica de una habitación fría y austera. Una butaca tapizada, un cabecero acolchado con líneas redondeadas o mesitas de noche con formas sinuosas pueden transformar completamente la percepción del espacio.
Como ves, con estas seis ideas tan sencillas como importantes, conseguirás cambiar radicalmente la estética general del dormitorio. Aprovecha esta nueva temporada para dar un aire distinto a la habitación y diseñarla a tu antojo. Recuerda que el estilo personal y el buen gusto deben ir de la mano, ¡no tengas miedo a experimentar!
