Mucha mucha luz: esta es la gran ventaja con la que contábamos a la hora de distribuir y decorar esta habitación. La estancia, de planta cuadrangular, cuenta con una salida directa al balcón y una ventana en la pared contigua. Lo que menos favorecía la estética deseada por su joven propietaria es el suelo de estilo rústico con baldosas oscuras colocadas en diagonal y el color de la puerta de acceso, también en madera oscura.
De entrada, la habitación solo contaba con una cama individual, una alfombra de color marrón y un estor con motivos infantiles. Además de renovar la cama, necesitábamos introducir una zona de estudio y otra en la que poder vestirse y arreglarse cómodamente. A nivel estético, queríamos potenciar la luminosidad y darle un toque dulce al estilo nórdico con el que nuestra clienta quería amueblar y decorar su nueva habitación.
Primer paso imprescindible: renovar la zona de descanso. Se ha mantenido la ubicación dentro de la estancia pero se ha sustituido la antigua camita infantil por una preciosa cama de patas altas con la estructura y el cabezal tapizados en rosa. En uno de los laterales tiene un bolsillito en el que dejar aquello que se quiera tener más a mano, como un libro o el teléfono. Se ha vestido con una funda nórdica en algodón de percal rosa, dos grandes cojines tipo cuadrante en rosa y azul y otros dos cojines decorativos a rayas.
Se han sumado al conjunto dos estantes de pared en los que colocar algunos objetos deco y una mesita de noche de estilo nórdico en blanco y madera, sobre la que se ha puesto una lamparita con el pie en roble y la pantalla en rosa.
Todo el conjunto queda delimitado por una súper alfombra de algodón 100% decorada con motivos geométricos en blanco y rosa.
Un espejo de cuerpo entero con la parte superior en forma redondeada y marco de mimbre trenzado marca el límite entre la zona de descanso y la de vestidor. Se ha colocado un bonito armario de corte clásico con las puertas plafonadas y molduras que ayudan a darle un toque romántico a la habitación. A esta zona se ha sumado un puf grande (70 cm) tapizado en pana de color rosa que sirve como descalzador y como asiento extra.
Para darle un poquito de frescura al ambiente, se ha colocado una planta XXL junto al armario utilizando como cubremaceta un gran cesto de mimbre.
¡Por cierto! El espejo de pared tiene la misma forma curva que el que se ha colocado sobre el escritorio: no solo es una forma de conseguir coherencia de estilo, sino que están colocados estratégicamente -uno frente al otro- para expandir la luz que entra por el ventanal por todos los rincones.
El espacio de trabajo está pensado para que sea cómodo solo con lo necesario, para evitar distracciones y permitir que su propietaria se concentre por completo en sus tareas. Para delimitarlo, se ha trabajado la pared colocando un bonito papel pintado decorado con motivos florales de colores sobre un fondo blanco.
Se ha construido colocando un escritorio de estilo nórdico con dos prácticos cajones bajo el sobre en los que guardar todo el material necesario y se ha sumado una bonita estantería bajo en forma de escalera en la que colocar los libros, dejando la mesa totalmente libre y preparada para trabajar.