Dormitorio minimalista con escritorio y lámparas colgantes

Comodísimo y muy muy bien aprovechado. En este dormitorio, que ya contaba con un gran armario empotrado, se buscaba multiplicar el espacio para guardar. Con ese objetivo, la cama se ha colocado sobre un canapé tapizado en el mismo color gris claro del cabecero. Se apoya sobre una pared decorada con listones de madera situados en vertical de suelo a techo para generar una mayor sensación de altura en la estancia y, por tanto, de amplitud. A lado y lado se han colocado dos mesitas de noche de gran capacidad: cuentan con dos amplios cajones de apertura en push y sus líneas rectas y sencillas no saturan el espacio. Junto a la ventana se ha introducido un armario exento de dos puertas y con patas, lo que aligera su peso visual. Frente a él, una mesa muy ligera y una cómoda silla de escritorio son todo lo que se necesita para disfrutar de una pequeña zona de trabajo en el dormitorio.