Recibidor minimalista con galería de arte

Este recibidor, dividido en dos partes unidas por un pasillo, destaca por la luminosidad y pureza de su diseño, gracias a la elección de una paleta de colores, predominante blanca, a la que se se le han añadido detalles en negro y materiales naturales. El resultado es un espacio minimalista que destaca por su frescura. En una de las partes del recibidor se ha optado por colocar una sencilla consola de metal y madera, acompañada de un puff de fibras naturales y un espejo circular con el marco dorado, que le aporta ese toque chic que da la bienvenida. La zona del pasillo que conecta con la otra zona del recibidor se ha convertido en una bonita galería de arte con láminas en blanco y negro, resaltadas por unas sencillas molduras en la pared, que enfatizan el diseño. En el otro extremo del pasillo, la decoración se torna más cálida con la elección del color beige en la pared y un mueble de madera, con los bordes redondeados y el frente alistonado, que le confiere mucha personalidad al espacio. Este rincón se remata con un espejo de forma orgánica, también con el marco en dorado, y una lámpara de sobremesa con pantalla, que aporta iluminación al lugar.